5 de septiembre de 2010

hurtando vida y pasado


Mi tía vive en un condominio en una comuna del sector sur de Santiago. Vive a unos veinte minutos en metro de donde vivo yo. El condominio queda en una calle donde en toda una esquina queda una central de taxis y colectivos, al lado de su condominio hay un preuniversitario y al otro lado otro condominio. Ese día mis padres, tíos, prima, abuela y yo fuimos a ver a la esquina del pasaje siendo de madrugada, cómo unos delincuentes hacían no sé qué y claramente por andar metidos donde nadie nos llamó, nos vieron y salimos arrancando. Al llegar al condominio en ves de entrar por la puerta tuvimos que saltar la reja, en los sueños a veces pasan situaciones tan absurdas, pero por absurdo que era, todos lo hicimos…excepto mi abuela que claramente no podía saltar la reja…. ¿cómo pasó?
Una vez en la casa hacíamos vigilia porque los delincuentes nos siguieron y esperábamos que entraran a la casa. Que idiotas. Tengo tan grabada la imagen de un dormitorio a oscuras, mi madre, prima y yo inmóviles y en silencio esperando que un tipo calvo, con sobre peso y con cara de imbécil atravesara el umbral del cuarto. Lo más insólito es que él nos veía, pero no nos hacía nada por el simple hecho de que no nos movíamos. ¿Nos veía realmente?
Era chistoso, todo parecía en cámara lenta, imagínense el tipo entrando por el umbral, mi papá venía atrás con un lingote yo estaba al lado del tipo y cuando él me dio la espalda le decía gesticulando a mi papá ¡pégale! ¡pégale! y le pegó y el tipo cayó sobre la cama y yo le amarré los pies y ble ble, hay que ser muy weón.
Estábamos preocupados todos en casa, personalmente no me entraba en la cabeza el hecho de que sabíamos que habíamos sido invadidos por delincuentes sin embargo nada hacíamos. El tipo con sobrepeso en algún momento desapareció o se soltó mas bien y nosotros podíamos movernos libremente por la casa y por el condominio, pero no fuera de estos.
Así que viendo como de a poco las cosas desaparecían de la casa bajé del segundo piso diciendo.

¡Si ustedes no llaman a los carabineros, lo haré yo!

Cuando veo que teníamos visitas, PE venía junto a una mujer que al parecer era su pareja y un hombre. PE venía vestido con smoking y se veía bastante bien. Él me saluda y agrega.

¡Hola! ¿Ya eres madre?

¡¡¡ Claro que no!!!
, le respondí.


Tomé un papel de su mano, a lo que el roce de su piel con la mía no me fue indiferente. Él preguntaba por algo, por una Iglesia que quedaba en la calle Walker Martínez. Yo le explicaba a la mujer que lo acompañaba, mientras la observaba y pensaba que era más alta que él, linda y toda una mujer (No daré mas detalles), que tenían que ir al catorce de Vicuña Mackenna y que no aseguraba hacia qué dirección, porque no me sabía la numeración, pero por allá si darían con lo que andaban buscando. ¿alguien contraía matrimonio? Solo él dijo que iba a una ceremonia a la que no podía llegar tarde.

Se fueron y nuevamente nos quedamos en casa. Desde las ventanas o desde afuera, desde el punto de vista que quisiera ver se observaba estacionado un camión de mudanza y dos tipos en el balcón de la casa, llevándose lo que ellos querían. ¿Hasta cuando íbamos a aguantar esta situación? Esa era mi pregunta pero en el fondo me preguntaba ¿alguien más tenía la misma interrogante? Podía oler en el ambiente que todos querían un poco de libertad pero nadie se atrevía a resolver la situación. ¿Miedo? ¿de qué?
Fui a mi cuarto y una niña que acompañaba a los tipos husmeaba en todas mis cosas. Sentí que violaba mi privacidad, mas aun sentía que quería destrozar y robar mis memorias, mis recuerdos, mi vida antes desde ese instante. Abrí un closet y le expliqué:

En este cuaderno, guardo las mas lindas memorias de alguien a quien amo y a ti ni a tus amigos les es necesario robar este cuaderno porque son cosas valiosas solo para mi ¿me entiendes? No se lo llevarán porque es mío.


Y así saqué todos los momentos valiosos que tenía en hojas, libros, cuadernos en mi closet. Asustada por el hecho de que ellos estaban violando mi privacidad, mi vida y nadie se atrevía a decirles algo, me paseaba por el segundo piso de la casa, vi a mi abuela acostada como cual bebe nunca se enteró de lo que pasó. Me escondí en un cuarto del primer piso y realicé una llamada.

131.Hola, carabineros? Sabe que necesito que vengan a mi casa urgente, nos están robando, se están llevando todo….con mil palabras en la boca, el tipo me dice equivocado y me corta.
133 ¿Hola? ¿Carabineros? Por favor, no me corte es urgente están robando en mi casa, por favor necesitamos ayuda nos tienen amenazados, se llevan nuestras cosas por favor.

¿Dónde vive usted?

En Los linenes 16.

Señorita esa dirección no existe.

¡¡Como que no existe!! Pero si yo estoy aquí-
Juro que casi exploté en lágrimas, era mi última alternativa era lo que nadie se atrevía a hacer, yo lo estaba haciendo y resulta que no existo.

Ah si disculpe, enseguida iremos inspeccionar. Me responde el tipo al otro lado de la línea, dejando algo de esperanza en mi.

Estaba emocionada, si! Por fin estos buitres se irían de mi casa, bueno… la casa de mi tia y ya se olía un poco a victoria. Tomé las llaves y fui a esperar a quienes fueran nuestros salvadores. Para ser sincera yo no entiendo de fuerzas especiales, ni de carabineros, ni de militares pero puedo asegurarles que todo un regimiento apareció en nuestra casa en ese sueño…
Los delincuentes encerraron el hogar de tal manera que no los pudieran atrapar y se produjo un enfrentamiento casi bélico mundial. Me preocupé por mis parientes… pero algo me decía, que todo iba a estar bien.

Cuando llegué a mi departamento, sonó el teléfono y era desde casa.

¿está todo bien?

Si Claudia, gracias, aquí todo acabó.




Desperté dos veces en esta historia y al volver a domir volvía al mismo sueño hasta que llegó al final...

1 comentario:

  1. :O
    Jamás después de despertar he podido volver al mismo sueño, y siempre he querido hacerlo!! es mi sueño continuar un sueño (jaja)
    Aunque el tuyo era medio angustiante, solo por eso no te envidio :)
    Que estés bien.

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