25 de octubre de 2009

Sabanas para dos


Sábanas claras temperatura normal, luz de luna entrando por la ventana o quizá tenue de los postes de la autopista. Posición fetal hacia mi izquierda dirección norte y buscando refugio, podía sentir su brazo pasar por mi espalda, rozaba mi cintura y buscaba mi cuerpo. Era un brazo grueso y me incomodaba, no sabía llegar a mi y me estaba acompañando, lo busco y no está.
Me desesperé, lo sentí en todo momento, me tocaba, apretaba como quien comprueba que es algo real, pero no estaba, lo busqué y no había nada.
Pedí por favor despertar, me sumé en una batalla con mis ojos ¡¡que se abran por favor!! Porque ya no me estaba gustando.
Cuando realmente lo logré el miedo me invadió, luz tenue entrando por la ventana y me pregunté si que en esa habitación habíamos dos.

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