10 de octubre de 2009

Amantes

Era un día parecido a otoño, las calles grises y el ambiente húmedo. Iba hacia a un lugar familiar, seguramente a mi casa. Los automóviles circulaban a mi izquierda y a mi derecha comercio y a lo lejos divisé a alguien conocido, traía una blusa blanca con listas grises contextura media, mas bien delgada de pelo negro y facciones orientales, recordé lo atractiva que era, no solo físicamente, su actitud, seguridad, desplante, manera de hablar la forma en que movía de un lado a otro su cabeza y se oscilaban sus cabellos cuando era parte de una conversación, su sonrisa a medias que venía en el conjunto de una seducción innata. Y si era ella, por lo menos un año de no verla y es que no es partícipe activa de mi vida, la conocí un día y la vi unas cuatro veces, pero me dejó un sabor de atracción que pasó con el tiempo (y corto tiempo). No recuerdo exactamente que palabras cruzamos para que termináramos en un baile de besos, donde prácticamente me succionó la memoria y opaco el recuerdo.
Ella tenía cita con otra mujer, en otras palabras me estaba interponiendo en un lugar y momento equivocado, así que seguí mi camino y me olvidé de ella. Mas avanzada en el viaje me encontré con otra mujer, bien vestida de traje y tacos, era femineidad y yo me sentía locamente atraída hacia ella, no a su actitud, si a su seguridad pero sobre todo a su ser mujer.
Entramos a un café donde ella arreglaba detalles, cancelaba su cita con una chica, de contextura media, mas bien delgada de pelo negro y facciones orientales. Yo esperaba que ella terminara revisando el lugar, era un café pequeño en el mesón atendían unas cuatro mujeres ¿serán todas lesbianas? Me preguntaba. En el salón unas tres mesas que solo una era totalmente visible, arreglada con una cristalería fina tomo el vaso que era de un vidrio grueso con forma exótica, las chicas me lanzan una mirada que en 1,2 y 3 dejé el vaso en su lugar.

- Esa mesa está preparada para un encargo, no la toques.
Estaba bien, había entendido y me pongo a conversar con ellas.

- Ya te habíamos visto por aquí antes.

- Y si me parece familiar este lugar, creo que vine con alguien.


Con mi brazo apoyado en el mesón observaba una y otra vez el lugar mientras divisaba a la mujer que me acompañaba

- sabes no te preocupes, no canceles tu cita, yo me iré. Le dije a la mujer que ya no me acompañaba, más bien yo la acompañaba a ella, a lo que me responde tomando de mi brazo.

- No importa, yo quiero salir contigo, iniciaremos un viaje a la locura.
Ella era impredecible, nunca sabrías bien con que te iba a salir, suena la puerta de entrada al café y era nuestra amiga, revisando la hora con cara molesta y mirándonos cómplices de algún engaño.

- Yo me la acabo de encontrar

Nerviosa y acelerada di la respuesta más estúpida en ese momento. ¿Qué estaba intentado? ¿Quedar bien con ambas? Si bien las cosas solo se dan y no queda de otra que aceptar las consecuencias, si mi amor, mi amante, te robé tu cita. Pero yo no quise, lo juro.
Vibra mi celular de mi bolsillo, lo retiro y un mensaje de texto estaba llegando.

- ¿así que café? Simplemente vive.

Lo que faltaba en ese momento era que mi ex me enviara un mensaje de texto con lo que acababa de pasar, mi amante fue muy rápida y la puso al día o desde algún lugar me estaba observando. Pensé en irme, claramente no estaba dispuesta a que ella fuera espectadora de todo eso, pero mi mujer impredecible era mucho mas rápida que mi mente y mis movimientos, hace parar un taxi (uno de varios) me hace subir con ella y empieza así un viaje sin destino, un viaje a la locura total a vivir con ella un no saber nunca que esperar.

1 comentario:

  1. Mujerzuela
    el otro día alguien me preguntó por vos, dice que eres una chica interesante mmmm, ella la interesante.. le di tu msn ¿importa? Igual tu andas en otra! ¿o en otro? jojojo, es broma, es broma!

    Otra cosa, recuerdas cuando estuvimos pensando en como arreglar ciertos asuntos? Ridícula no tienen arreglo!! Be happy!!! Bueno..lo eres ¿segui en la estratosfera?

    Además deja de soñar cochinadas y admite que tienes la mente podrida!
    Nos vemos por los pasillos de I.
    Y no me digas que no tienes tiempo

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