29 de marzo de 2010

Desierto Florido




Esa noche MC apareció por alguna parte, por algún minúsculo pensamiento, ínfimo sector abierto, tomó de mi mano y se puso a correr intrépida. El camino fue arduo, lágrimas cayeron y cosas perdí, caí por algún precipicio, me siguieron unos perros, tropecé con barro y nunca solté ni me soltó la mano.

El escenario Valparaiso lluvioso de noche y húmedo, le suplique y pedí un par de veces que cesara ese correr desenfrenado con el solo propósito de que yo pasara los obstáculos, la miré a los ojos…

- No más, tengo que volver.

- Solo queda pasar este puente.

- No puedo, tengo clases y debo llevar estos cuadernos.

- ¿Te refieres al cuaderno?
Cuando me percaté el otro cuaderno lo había olvidado en casa… debo regresar.

- No, no lo hagas. Sígueme!


Y la seguí…ella lanzó hacia el barro mi cuaderno y continuamos el viaje hacia un departamento, su departamento, su familia y yo ahí como antes, saludé a la gente con mucho afecto, con mucho amor y solo sabía que debía cumplir con mis obligaciones académicas. De pronto todo el lugar se transformo en un desierto de flores, de todos colores..violetas, naranjas, amarillas, rojas, azules, verdes…era un paisaje maravilloso…fue cuando desperté, miré la hora y me había quedado dormida.

Por suerte, si alcancé a llegar a clases.

2 comentarios:

  1. Anónimo2/4/10, 1:58

    pero ese final no será asi, porque no la seguirás y no habrá flores, no hay nada!

    ResponderEliminar
  2. Claramente... es un desierto y en los desiertos no hay nada.

    ResponderEliminar