Agua

Para poder salir del edificio, tenias que si o si lanzarte en paracaídas, claro era un paracaídas especial, más pequeño. El objetivo era cruzar la piscina y no morir en el intento así que mirando todo desde arriba me preocupaba que la piscina tenía metros y metros de profundidad y que yo, por mala manipulación de mi paracaídas fuera a dar justo donde exactamente no quería pero la verdad es que la piscina no tenía más de un metro y eso sin duda, me animó. Fui al segundo piso y ya no estaba el paracaídas, esta vez te podías lanzar en patineta. ¿patinetas voladoras? No lo sé, pero cómo no perdía nada con preguntar ¿y los paracaídas?: Tercer piso.
Me animé dejé mis anteojos, mi pase escolar y volé… próximo destino, un atado de cables de postes de luz. Genial, no moriré ahogada moriré electrocutada, pero mi maniobra fue mas astuta que el obstáculo y caí en la piscina con agua exquisita. Ese día había eventos en ese lugar, estaba lleno de gente y luego de haber pasado largo rato chapoteando cual pez, salí del agua tomé una toalla y fui a cambiarme.
En un pasillo me encontré con K, quien también había salido hace poco.

- ¿cómo estás?

- Bien ¿y tú?

- Súper… No te imaginas quien acaba de pasar detrás de ti y la manera en que te miró.

- Realmente no me interesa.

- ¿realmente no? Estuvimos hablando y quizá te interese lo que me dijo. Está esperando que encuentres las respuestas en ti misma y además le apena que hayas preferido a otra persona.

Hice oídos sordos, me despedí de ella y comencé a buscar las cosas que dejé antes de lanzarme y cuando entré al edificio algo había cambiado, una pieza había desaparecido y no lograba dar con lo que necesitaba.



Me tiene mal pensar tanto en natación...pero ¿respuestas en mi misma?