11 de mayo de 2010

Dos


- ¿hacia dónde vas?

El abrió la puerta del auto y me dijo, sube.
Esta vez, no me negué.

- Voy a Junio

- Ah, queda de camino a donde voy yo

Fuimos conversando de cosas que no logro traer a mi recuerdo, pero lo singular de este momento es que iba sentada en su auto, a su lado, pero no me daba esa sensación.

- Sé que estoy sentada, sé que estoy aquí pero realmente no lo estoy, estoy corriendo a tu lado.

- ¿qué?

- Corro a tu lado para seguir la velocidad del auto, pero aun no llego a sentarme y estar en tu auto.

- No te entiendo

- No puedo explicarlo.

Así era, pasó que me subí pero era como si mi cuerpo inerte estaba allí pero yo no, mi alma no estaba realmente sentada. Mi alma intentaba incorporarse pero le costaba seguir el ritmo, seguir la velocidad y creer que toda yo estaba realmente ahí.

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