5 julio 2009
Recorriendo el lugar, hacia calor y el terreno estaba árido. Hacia un lado había alambres de púas, que impedían el paso hacia el siguiente terreno, eran como parcelas. A otro lado lo que quedaba de una construcción de adobe, se asomaba una mujer delgada, alta y con un vestido café a terracota, miraba desde lejos y se orinaba en sus ropas.
Yo estaba con alguien, podría asegurar que era mi hermano pero no lo recuerdo bien. Me alejo de la gente y veo un carnero, feliz y libre en la siembra, todos querían acariciarlo y él no se dejaba. Yo como si pudiera entender su idioma, me tiendo en la tierra con algo de pasto que quedaba y espero a que el venga a mi encuentro.
De pronto él se tira sobre mi, me acaricia, jugamos como si el fuera un niño o yo un carnero mas, me levanto y continuamos nuestra persecución desbordante de felicidad.
De pronto es de noche, con un grupo nos dirigimos a aquel lugar donde solo quedaban restos de construcción, y nuevamente aparece la mujer, alta con el mismo vestido y esta vez, orinando hacia nosotros.
Advertí a un compañero que él se estaba mojando, y alguien del grupo toma una manguera, la abre y apunta hacia ella para detener su acto.
¿Alguien me puede decir que fue todo eso?
Pues la escena del carnero, fue la mejor, era feliz…
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