Estaba todo aburrido, ya no había clases, yo estaba al final de la sala. Mis compañeros molestaban a la típica persona centro de burlas de un colegio, ella salió llorando y el ambiente se puso revoltoso. Yo me acerqué a él, era su alumna, no podía hacer mucho.
Me abrazó, sin importar mucho lo que pensaran los demás.
- Me gustas, le dije. Mientras sentía su cálido abrazo.
- Tú también me gustas.
- ¿y por qué no estamos juntos?
- Hagamos algo, retomemos todo, pero no vuelvas a tocar esos temas otra vez, sé la Claudia relajada, me encanta como eres, yo quiero estar contigo, pero en conclusión, no me "webees".
- Está bien, pero no me ignores, no me gusta, háblame como éramos antes, quiero el coqueteo e interés que teníamos antes.
- Me encantas
- Tú también me encantas.
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