Estaba en la universidad pero la físicamente la escena era donde estudié
toda mi enseñanza media, Colegio Santa María La Florida. Yo iba saliendo de una
sala y te vi caminando hacia alguna clase por el pasillo y te grité, grité tu
nombre para saludarte, para que dieras media vuelta y conversáramos un rato, quizá
para quitarte unos segundos de tu tiempo.
Te diste la vuelta, pero no te detuviste y yo te seguí, hasta que paraste
en entre el segundo y tercer piso, en ese lugar que es como un balcón, que da
hacia la cancha del colegio, hacia los baños y en definitiva hacia toda la
parte de enseñanza básica, primero, segundo y tercero medio. Los segundos,
terceros y cuartos pisos eran solo de los cuartos medios.
Te detuviste ahí, mientras los demás pasaban, en una esquina del balcón. Te
arrinconaste solo.
- ¿Cómo has estado?
Creo que no obtuve respuesta y si la tuve, no la recuerdo, solo sé, que nos
acercamos, tanto así que nuestros labios se juntaron y nos besamos. Como
extrañaba sus besos, pensé. La
situación, era algo que los dos deseábamos, sin embargo, ambos tratábamos al
mismo tiempo de evitar ese sentimiento. Y ¿Qué? ya estaba, nos estábamos
besando, mientras la vida seguía avanzando.
El mundo podría haberse detenido ahí, en ese instante que peleábamos con lo que evitábamos sentir, pero al mismo tiempo nos entregábamos uno al otro. Ya era suficiente de evitar.
Te gusta y cuánto te gusta.
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