22 de marzo de 2014

Llueve


Llovía tanto como un invierno del año noventa y tanto, así como cuando mi papá me tomó en brazos y mi mamá se sacó los zapatos y las medias, para caminar entre el barro y las piedras, para llegar a la casa, todos mojados. 

Así mismo llovía, pero estábamos en el dos mil catorce, tu estabas de cumpleaños; y yo. Y yo, cruzaba la calle, pavimentada y perfecta, por estos lados no se inunda como aquellos años pero queramos o no, la lluvia moja igual, toda empapada llego a tu puerta ¡feliz cumpleaños!

Y no tenía nada mas que decirte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario