Con un vaso de ron en la mano y fumando uno que otro
cigarrillo ella empezó a contarme todo su problema existencial.
Claudia, la verdad, estoy confundida. No sé cómo sucedió,
solo sé que me gusta. ¿Entiendes? Yo no lo busqué y bueno, no sé qué hacer. ¿Qué
harías tú?
¿Cómo podía yo explicarle que
podía perfectamente ponerme en su lugar? Con la salvedad, de que yo, estaba
esperando un momento. Sentíamos atracción por la misma persona, sin embargo, yo
tenía un plan o medianamente un plan, una especie de castillo en la nube más
alta que con cualquier día despejado se iba a derrumbar. Mis consejos, viéndolo
desde mi conveniencia, serían direccionados a que abandone la misión. Lo siento
mucho, pero me gusta más, de lo que estaría dispuesta a abandonarlo para ti. He
llorado por él, en realidad por la impotencia de aun no decirle lo que siento, claro, por algo que ni siquiera aun conozco del todo bien, pero
estoy segura, no al cien por ciento, pero alguna seguridad me da pensar, que
nada en esta vida sucede por simple casualidad, esa conversación no fue al
azar, el tener cosas en común no es solo porque somos personas tan comunes y
corrientes que puede existir un individuo que sea tan similar a ti en ciertos
aspectos. No me voy a convencer, de que he pasado tres años de mi vida soltera,
sin nada fructífero, no solo porque dos de esos años me la pasé llorando un
romance que no resultó, sino porque además, las cosas no funcionaban con los
demás. Las cosas no funcionaban porque había algo mejor que me estaba esperando
y yo creo, y quiero tener la seguridad, que eso mejor, es él.
Bueno ¿y qué quieres que haga yo? - Le pregunté luego de haber sentenciado todo mi
futuro con el pensamiento anterior. Quería salir de ahí, no era la más indicada
para dar un consejo. ¿Cómo le decía lo que yo estaba sintiendo? Llevaba casi
cuatro meses ocultándolo, es más, una vez lo negué.
¿Yo le coqueteo?
Si, tú le coqueteas.
Estas equivocada, no le coqueteo, simplemente hablamos temas
en común, es mas él no es para nada mi tipo, yo estoy en otra.
¿Y si él te invita a salir?
¿Por qué me invitaría a salir? Estas hablando tonterías y
viendo romances donde no los hay. Él no me gusta y no veo por qué yo debería
gustarle.
Pero ¿si te invita a salir? ¿Qué harías?
Bueno, aceptar, en la mejor de las intenciones, podría salir
una buena amistad, no hay que cerrarse a las posibilidades.
En ese momento, ella comenzó a entrometerse en mi historia y no la quería más cerca. Así que, no le di una respuesta. Lo siento, no la tenía y no le iba a dar mis razones. Volví a la universidad a buscar a una amiga y yéndome a casa, tomé un ascensor, uno diferente al de ella, un error de tiempos nos hizo irnos en ascensores equivocados
Y no sé que fue, no sé si parte de lo que estaba pasando, me susurran un ¡Hola! al oído que me hizo despertar de golpe y asustada porque había alguien más en mi cama. Alguien, que nunca vi.
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