Salí de la sala y te vi. Moreno, polera blanca, jeans, mil veces rico, mi frase típica cuando algo me gusta, cuando me gusta demasiado. Tu me gustabas, sin duda.
Como una escena de telenovela nos miramos a los ojos, se me aceleró el corazón; sentía tu aliento y respiración caliente, me acercaba a ti, mientras tu esperabas con una botella de cerveza en la mano.
- ¿Por qué volviste?- Te dije.
No alcanzaste a responder, en nuestros besos estaban todas las respuestas.
Cavernícolas.
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